domingo, 12 de septiembre de 2010

Recordarles a los Catequistas de las diferentes diaconías de la Parroquia Santa Cecilia, que todo catequista debe acceder a ser formado, para así dar a nuestros catequizandos una mejor guía en su formación de la Fe Cristiana.

Ser catequista es un gran privilegio, ya que hemos sido escogidos para anunciar a Jesucristo, por medio de la palabra.

En aparecida leemos lo siguiente:

5.3.4 Los fieles laicos y laicas, discípulos y misioneros de Jesús, Luz del mundo.

211. Los laicos también están llamados a participar en la acción pastoraln de la Iglesia, pirmero con el testimonio de su vida y, en segundo lugar, con acciones ene l campo de la evangelización, la vida litúrgica y otras formas de apostolado, según las necesidades locales bajo la guía de sus pastores. Ellos estarán dispuestos a abrirles espacios de participación y a confiarles ministerios y responsabilidades en una Iglesia donde todos vivan de manera responsable su compromiso cristiano. A los catequistas, delegados de la Palabra y animadores de comunidades que cumplen una magnífica labor dentro de la Iglesia, les reconocemos y animamos a continuar el compromiso que adquirieron en el bautismo y enb la confirmación.

Así mismo en el apartad0 en el punto 5.2, apartado 167, podemos leer:

167. La maduración en el seguimiento de Jesús y la pasión por anunciarlo requieren que la Iglesia particular se renueve constantemente en su vida y ardor misionero. Sólo así puede ser, para todos los bautizados, casa y escuela de comunión, de participación y solidaridad. En su realidad social concreta, el discípulo hace la experiencia del encuentro con Jesucristo vivo, madura su vocación cristiana, descubre la riqueza y la gracia de ser misionero y anuncia la Palabra con alegría.

Setiembre Mes de La Biblia

Setiembre
Mes de la Biblia

¿Por qué en septiembre el Mes de la Biblia?
Hay varias razones. Una de ellas es porque el 26 de setiembre de 1569 se terminó de imprimir totalmente la primera Biblia en español, partiendo de los idiomas originales, que fue traducida por Casiodoro de Reina. En esa oportunidad salieron 260 ejemplares en Basilea, Suiza. De ese acontecimiento hace ya 440 años. La tapa de esta Biblia tiene un oso comiendo miel desde un panal, por ello se le conoce como la «Biblia del Oso».

Recordemos nque la Biblia es el libro que nos brinda la Palabra de Dios.
Es el alimento espiritual que tenemos cerca de nosotros, para guiarnos día a día.
No la dejemos al lado, es parte de nosotros, es el libro que nos ha dejado nuestro Padre Celestial por medio de su hijo Jesucristo.